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Del cadáver al ancestro: materialidad y espacio en la transformación social del difunto en el mundo romano antiguo

En la antigua Roma, los muertos jugaban un papel clave hasta el punto de que determinaron la forma en que se organizó el espacio urbano. Así, "vivían" junto a los vivos, ya fuera en las cercanías de la ciudad o dentro de sus límites (incluso dentro de la casa), de manera que también en el tumba el papel social del difunto debía ser definido. La academia se ha preocupado bastante por comprender cómo se reproducía la persona social del difunto en la muerte, pero no cómo se transformó y redefinió (Tantimonaco 2017: 49). La presente comunicación tiene como objetivo discutir esa última idea sobre la base del análisis histórico de una muestra: los llamados "enterramientos anómalos", que se definen por anomalías en la colocación del cuerpo o por la presencia de artefactos extraños como clavos, grandes piedras, cadenas... El concepto de anómalo junto con la presencia de estos artefactos permite hacerse una idea más amplia y compleja de las prácticas y nociones relacionadas con la muerte, tanto temporales como espaciales, situacionales y sociales. Este enfoque abre nuevas posibilidades para teorizar e interpretar las relaciones de los objetos, los espacios y el cuerpo antes, durante y después del ritual. Las preguntas clave de esta contribución son: ¿Cómo es definida la nueva materialidad del difunto (en su trasladado a un nuevo espacio) y cómo se ve afectada su agencia por el cambio de estatus? ¿Cómo los objetos y el cuerpo se relacionan con este cambio de estatus?

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