Covid-19, trabajadores esenciales y precarios. Los recolectores de cítricos en Valencia
La pandemia de la covid-19 ha evidenciado una contradicción latente. Hay trabajadores y trabajadoras esenciales, como los recolectores agrícolas, que son precarios y desechables por sus condiciones de trabajo y situación social. Esta comunicación se centra en los recolectores en La Ribera del Xúquer (Valencia), un territorio citrícola de exportación, inserto plenamente en las cadenas globales agroalimentarias. Éstas, hegemonizadas por las grandes distribuidoras, trasladan de arriba a abajo una creciente presión competitiva en la que la calidad es un elemento central. De acuerdo con nuestros resultados en el marco del Proyecto CSO2017-85507-P. “Gobernanza de la calidad en las cadenas globales agroalimentarias. Un análisis comparado de los territorios agro-exportadores en España”, los requerimientos de calidad que se trasladan a la mano de obra no suponen en una mayor calidad en el trabajo de recolección de cítricos, aumentan las diferencias entre trabajadores y refuerzan la segmentación étnica, entre trabajadores de unos y otros orígenes. Además, la pandemia ha subrayado otro aspecto de la calidad en el trabajo, la seguridad sanitaria para el propio trabajador y para la sociedad, igualmente segmentada. No sólo por las diferencias generadas por la situación laboral, fijo discontinuo o temporal, trabajador de empresa o de ETT, y las condiciones de trabajo, sino también por las diferentes condiciones de vida, por ejemplo, alojamiento, que tienen unos y otros. Son precisamente los más precarios, los trabajadores inmigrantes de ETT, los que presentan menor calidad en el trabajo y mayor riesgo sanitario.
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