Sabemos que la violencia de género es un problema de salud pública que afecta no solo a las mujeres víctimas, sino que en ocasiones en estos hogares cohabitan personas menores expuestas a dicha violencia, considerándose también víctimas inocentes de un abuso del que necesitan apoyo y protección. Pero también podemos señalar otros miembros de la familia, como las madres y padres de las víctimas, hermanas y hermanos, no solo por hallarse en el núcleo familiar, sino porque son a quienes acuden en busca de ayuda y les termina afectando la situación. Dado que, cuando las mujeres que han experimentado un episodio de violencia de género (psicológica, física o sexual) buscan apoyo, normalmente acuden primero a familiares y amistades, concretamente son primero las amigas y madres aquellas que ocupan la mejor posición para ayudar a las víctimas, destacando el papel de las mujeres que las acompañan en el proceso. La propuesta de esta comunicación es mostrar la evidencia disponible del papel de las  y los familiares de las víctimas en la situación de violencia de género y las respuestas a dicho problema, así como la forma en que este proceso afecta a las propias familias.