“Trabajar las emociones”. La reconstrucción del sujeto maltratador de violencia contra la mujer en terapia rehabilitadora
En la violencia hacia la mujer el trabajo con los agresores se inscribe en programas terapéuticos para evitar la reincidencia, gestionados por la institución penitenciaria. En ellos, la subjetividad de estos hombres se construye desde procesos de patologización en los que la dificultad en la expresión emocional es identificada como una forma de déficit, discapacidad o analfabetismo emocional. La mirada hacia los afectos desde la antropología de las emociones permite comprender el carácter transcultural de las mismas, inscritas en la vida social, así como sus especificidades contextuales y situacionales, y cómo aplica a estos sujetos.El trabajo de campo como metodología específica de la etnografía posibilita el análisis cualitativo de las prácticas y discursos de usuarios y terapeutas de estos programas. A través de las interacciones y las dinámicas en las sesiones de los programas permite observar el trabajo de alfabetización emocional y su carácter como herramienta de disciplinamiento. Las actitudes detectadas de negación, ocultamiento o distanciamiento emocionales se explican como formas de resistencia frente al carácter coercitivo de este proceso resocializador. Frente a ellas, la terapia opera desde un aprendizaje en el que la regulación de las emociones aparece como un instrumento vertebrador para el control de los comportamientos, en términos de eficacia terapéutica y para la construcción de una posición de sujeto necesitado de tal intervención, con el etiquetaje del afecto, de modo que sus vidas se conforman en tales procesos como vidas profundamente psicologizadas.
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