La emergencia provocada por la pandemia del Covid-19 en el mundo, ha desatado una serie de medidas por parte de los estados, para evitar la propagación de este virus. El cierre de fronteras, la paralización de los comercios, el autocuidado y la cuarentena son algunas de ellas. De esta forma, se establece una regulación y vigilancia sobre la esfera más íntima de los sujetos: la vida cotidiana. Al mismo tiempo, esta situación ha evidenciado las condiciones de pobreza y precariedad en la que viven varios sectores. En Colombia, esta situación se ha traducido en saqueos y protestas por parte de los sectores más marginados de la sociedad, quienes trabajan principalmente en el sector informal y viven el día a día. Para enfrentar esta problemática, el Estado Colombiano ha adoptado una política humanitaria, que se inscribe en el lenguaje de la solidaridad y la ayuda, por encima de los derechos, la justicia social y la equidad. Basándonos en los planteamientos de Michel Foucault y Didier Fassin, analizamos algunos discursos presidenciales y de los medios de comunicación, para establecer los efectos de esta forma de gobierno, que si bien caracteriza la política contemporánea, emerge con más fuerza en situaciones de excepción. Establecemos una reflexión que, desde las ciencias sociales, indaga sobre la incidencia de este tipo de gestión estatal frente a la pandemia; y cómo ésta ha transformado de forma radical la vida cotidiana de los sectores marginados de la sociedad colombiana.