Propongo abordar las respuestas formuladas por los indígenas huaves del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca frente a los proyectos transnacionales de instalación de parques eólicos en la región. Daré cuenta de la manera en que el discurso indígena, en oposición a estos proyectos, logra integrar argumentos que son a la vez coherentes con sus respectivas cosmovisiones así como con los parámetros del lenguaje científico y político. En este debate los vientos juegan el papel protagonista, ya que han adquirido un valor adicional al que las poblaciones vernáculas les otorgaban en tanto divinidades propiciatorias de lluvia y bienestar comunitario. Los vientos han ocupado en el pensamiento huave el lugar de los ancestros divinizados que regulan los ciclos de lluvia y sequía, determinando con su trascurrir las fases de las actividades económicas y rituales que garantizan la producción de los bienes necesarios para el sustento de la población. Sin embargo, el interés manifiesto por empresas trasnacionales en una región que se caracteriza por el cruce de la fuerza de los vientos del norte y del sur, considerado idóneo para la instalación de generadores de energía, ha promovido una reflexión local que orilla a ver en la divinidad un recurso explotable sujeto a negociación. A la par de los intercambios rituales que tradicionalmente buscan negociar con las divinidades para recibir los bienes anuales, se despliega un campo de transacción más amplio en el que el “derecho de viento” coloca a los indígenas en el papel de rentistas de una “mercancía” de características muy particulares.