La lógica igualitarista en el ámbito asistencial de las drogodependencias
La figura del drogadicto adquirió relevancia social en España a partir de la década de los ochenta. La explosión que supuso la aparición de la heroína constituyó el inicio de la identificación drogas-delincuencia-enfermedad. En la actualidad, esta identificación se ha vuelto más compleja en tanto que el uso de las drogas y la representación que se hace de ellas se han diversificado. A pesar de esto, la figura del drogadicto sigue siendo, en el imaginario colectivo, una de las figuras más estigmatizadas. La construcción social que se ha hecho del “problema de la droga” ha servido para utilizar el paradigma represivo como respuesta en diferentes ámbitos: policial, judicial, medico, asistencial, social o cultural. La presente comunicación abordará, concretamente, el ámbito asistencial a partir de un acercamiento etnográfico en una Comunidad Terapéutica de la Asociación Proyecto Hombre. Me propongo mostrar las contradicciones latentes de este tipo de instituciones, centrándome en dos aspectos: el conjunto de técnicas “terapéuticas” resocializadoras que se llevan a cabo en ellas y, la propia estructura social y organizativa de la Comunidad Terapéutica. Con ello, pretendo resaltar como estos dispositivos no escapan de la lógica que ha convertido el “fenómeno de las drogas” en una útil herramienta que reproduce la exclusión de las clases sociales más subordinadas. Mediante la relación de aspectos micro y macro sociales trataré de develar la ideología igualitarista en la que se sustenta la práctica médico-asistencial, a través de la cual se instrumentaliza lo que Foucault (2006) denominó “el gobierno de las poblaciones vulnerables”.