Citando a Estévez (1999: 118), el autor mencionaba que "no hay aspecto de la vida social que no tenga ya un tratamiento patrimonial". Algo que, según Prats no debería hacernos perder la perspectiva de la consideración de dicho patrimonio como una construcción sociocultural de carácter histórico y con base particular, cuyo “rasgo esencial es su carácter simbólico, su capacidad para representar, mediante un sistema de símbolos, una determinada identidad” (1996: 294). Así, el Patrimonio Cultural Inmaterial como elemento identitario también se ha incorporado en la agenda política de varios países y supone un reto no solo para los agentes públicos encargados de su gestión, sino también para los agentes sociales que desempeñan roles distintos en su manifestación y se ven en ocasiones, inhibidos o constreñidos por las políticas culturales vinculadas con el patrimonio cultural inmaterial. El objetivo de la presente comunicación es el de abordar el uso político de la gastronomía catalana en la agenda turística de esta Comunidad Autónoma. Para lograrlo, se analizan las políticas turísticas implementadas en Cataluña en los últimos veinte años. La metodología empleada se basa en la revisión documental histórica de documentos públicos, en la aplicación de entrevistas semiestructuradas a agentes encargados de la gestión turística en Cataluña y en la observación directa del fenómeno. Los resultados revelan cómo la gastronomía se ha convertido en un elemento identitario y representativo de la política turística catalana, así como en elemento de promoción y distinción territorial que se fundamenta en la identidad y la tradición del pueblo catalán

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