La investigación de la lectura es uno de los dominios más activos dentro de las humanidades contemporáneas, y uno también de los que encierran mayores implicaciones sociales. Ahora bien, las disciplinas humanísticas han pensado de costumbre el acto lector desde posiciones casi exclusivamente intelectualistas, como si leer fuera solo o en primera instancia una actividad cognitiva —de donde el interés actual de las humanidades por la neurocognición—. En cambio, la semiótica y las ciencias sociales contemporáneas —y en particular la antropología y la sociología— están devolviendo al cuerpo, esto es a los sentidos y a las emociones, su centralidad en la mayor parte de las prácticas culturales, y entre ellas la lectura. A través de un conjunto de análisis de textos sobre la conducta lectora, muchos de ellos extraídos de obras literarias, y de algunas imágenes clásicas heredadas de la historia del arte, esta comunicación trata de equilibrar los dos modos de concebir el acto lector, prestando especial atención al segundo, al sensorial y pasional, cuya consideración permite vincular las hipótesis de las humanidades con las de la antropología de las emociones y la de su lugar de producción y de manifestación, el cuerpo.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo