Desde 1987, un muro de 2700 km, construido por Marruecos divide el Sahara occidental separando al pueblo saharaui en dos. Construido mediante una ingenería de guerra el muro pervive por persistencia de la ocupación marroquí y la incapacidad de la Comunidad internacional para provocar una solución justa al conflicto de descolonización del territorio. Una situación de colonialidad producida por el pensamiento abismal, el mantenimiento de las mujeres y hombres saharauis en condiciones de subalternidad a uno y otro lado del muro, da continuidad a un proceso de colonización provocado en el siglo XIX. A los dos lados del muro, las mujeres y hombres saharauis ensayan fórmulas de reinvención de sí mismos, personal y colectivamente, enfrentándose a la violencia del exilio y la ocupación, en la lucha por su autodeterminación que toma como un punto de partida conseguir que su lucha sea visible al mundo y sus voces escuchadas. Esta comunicación describe tanto los procesos de silenciamiento del pueblo saharaui como las tácticas mediante las cuales el pueblo saharaui r-existe a su injusta condición.