Artículo

ASERE CRÚCORO (SALUDO A LOS QUE ESTÁN, A LOS PRESENTES)

Desde los embarcaderos del Delta del Níger y del río de la Cruz en la zona del Calabar, al sureste nigeriano y suroeste camerunés, la trata esclavista arrancó cientos de africanos hacia Cuba. Muchos de ellos conformaron la cultura carabalí, semilla de la sociedad secreta de hombres, conocida  como Sociedad Abacuá de Ñáñigos.En las nuevas condiciones geográficas y convertidos en esclavos, estos carabalíes provenientes de diversos grupos étnicos, principalmente los Efik y  los Efor, solo tuvieron la posibilidad de preservar su lenguaje, sus danzas, sus creencias religiosas, su música y sus ceremonias.Y justamente en la resistencia y tenacidad demostradas en la organización y reconstrucción de estas sociedades ya en suelo cubanos que se fragua su preponderante papel en la supervivencia de esta religión, a más de casi 300 años de su llegada a Cuba. Sus principales elementos  son el ceremonial en sí, la música y la danza. Se trata de un complejo y sofisticado entramado socio cultural. El primero de carácter estrictamente privado y secreto, los segundos de carácter abierto público.Viajes etnograficos de varios años a las ceremonias publicas de varios de estos Cabildos, las opiniones de sus sacerdotes, de investigadores , sus miembros ratifican la influencia e importancia de esta cultura en la sociedad cubana de hoy a pesar de los siglos de represion .

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo