Entendiendo las historias de vida como espacios de construcción de conocimiento, como procesos práctico-reflexivos que son políticos y que por tanto afectan a la vida y a la convivencia de las personas; me detendré en esta comunicación en explorar los límites y posibilidades que ha generado la puesta en marcha de tres historias de vida como parte de una investigación social comprometida junto a un colectivo que lucha por el derecho a la vivienda en la ciudad de Barcelona (Obra Social Barcelona).   Por un lado exploraré las posibilidades que esta técnica de investigación ha generado para seguir pensando cómo hacemos etnografía de forma compartida. Ahondado en dilemas tales cómo: ¿cómo hacer frente a las relaciones de poder que se generan en el intercambio entre la entrevistada y la entrevistadora?, ¿cómo hacer de la historia de vida una acción que construya conocimiento y no una mera constatación histórico-temporal?, ¿cómo no caer en la a la idea paternalista de dar voz a los sin voz?   Y por otro abordaré cómo mi “doble identidad” activista (como miembro del colectivo Obra Social Barcelona) e investigadora ha posibilitado y a la vez limitado el uso de las historias de vida cómo técnica de investigación capaz de generar conocimiento útiles y reapropiables para el colectivo. Abordando cuestiones tales como: ¿dónde marcamos el límite entre la investigación y la militancia/intimidad/amistad?, ¿cómo combinamos los relatos personales con las exigencias y necesidades del colectivo?

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