CUANDO BAILAR ES CUESTIÓN DE GÉNERO
El presente trabajo se enfoca en las exigencias que para la mujer implica su incursión en el balé clásico. Fundado inicialmente para hombres, la ‘invasión’ femenina en este contexto ha estado matizada por múltiples dejaciones que atraviesan la constitución de los cuerpos y maneras de ejecutar la danza ‘apropiadamente definidas en términos de género’ que diferenciaron, hasta hoy, las participaciones masculina y femenina. Así el ballet, como formación cultural, distribuye formas particulares de bailar como parte de una política cultural que crea subjetividades desde una determinada concepción de género. Se discuten tanto las concepciones de esas formas de bailar históricamente constituidas, como discursos de bailarinas clásicas, tomando como uno de los referentes fundamentales las discusiones de Sherry Ortner sobre poder.
(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo