Bio/cosmo-políticas de la ceguera y la diversidad funcional: La oclusión/inclusión de otros mundos.
El concepto de antropoceno en su intento por señalar el impacto de los seres humanos en los ecosistemas corre el riesgo de re-forzar el antropocentrismo del que precisamente emerge ya que esencializa lo humano al presuponer la capacidad de agencia y autonomía de los mismos respecto a la pasividad y dependencia del resto de seres vivos y elementos. De ello, esta comunicación se va a preocupar por el sujeto aparentemente universal y homogéneo que está detrás de la idea de ser humano que configura el antropoceno. Para ello voy a centrarme especialmente en los mundos de la diversidad funcional.
En el escenario ontológico del naturalismo, lo que ha diferenciado a lo humano del resto de especies ha sido la capacidad simbólica y la cultura. Sin embargo, en el marco de las relaciones intra-especie, es un conjunto de capacidades físicas, sensoriales y mentales derivadas de una evolución adaptativa al entorno aquello que determina definitivamente el contorno de lo humano, siendo uno de sus límites externos constitutivos el conjunto de sujetos etiquetados como (dis)capacitados.
En este marco, voy a exponer el proceso de re-producción del cuerpo ciego para mostrar el régimen biopolítico que lo gobierna, el cual asegura la re-producción del ser humano como sujeto capaz y la re-actualización constante de la ontología del mundo único, la cual hace ininteligible el lema del movimiento por los derechos de las personas con diversidad funcional “Nothing about us without us” como propuesta cosmopolítica que refiere no a diferentes cosmo-percepciones sino a mundos diversos.
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