La investigación etnográfica de la mirada de los niños y las niñas ha tardado en despegar en la antropología. Este interés adquirió mayor relevancia en la década de los 80, periodo en el que comienza a definirse con claridad un campo de la sociología y la antropología de la niñez. La incorporación de los puntos de vista de niños y niñas a nuestro análisis de la adopción en clave transnacional pretende mostrar un acercamiento a los ejes más significativos de sus discursos, con objeto de romper con la creencia según la cual lo que las niñas y los niños piensan, sienten, perciben e interpretan es inaprensible para el mundo adulto. Romper con la invisibilización a la que los menores han sido sometidos implica dejarlos hablar y que los adultos aprendamos a interpretar su discurso desde su propia posición, para conocer y comprender su subjetividad y su modo de vivir las realidades del mundo adoptivo y cómo estas los afectan. Nos interesa conocer las reflexiones de las niñas y los niños nacidos en Etiopía acerca de cómo viven y sienten la adopción. Con esta finalidad, la metodología de la investigación cualitativa se presenta como una buena herramienta de acceso a las subjetividades infantiles. Para aplicarla hemos seleccionado algunos testimonios, solicitando previamente la autorización de los padres y madres para poder contactar con sus hijos e hijas y acceder a sus discursos como informantes de una realidad que, de un modo u otro, los afecta directamente y que forma parte de sus vidas. El propósito principal es «dar voz a los niños y niñas», una voz a veces ignorada desde visiones adultocéntricas. Con este propósito he intentado focalizar mi tarea investigadora en las prácticas vinculadas a la búsqueda de los orígenes y en los contactos con la familia biológica o de origen. La labor no es sencilla, pues hablar de la familia biológica del niño o niña adoptada sigue siendo un tema silenciado.

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