Conociendo las características y evolución de la prensa popular y sensacionalista en México, y centrándome en el gusto como un elemento central del proceso de producción y exhibición de subjetividades, planteo una contribución etnográfica que analiza la representación corporal de cadáveres y cuerpos deseables en un diario sensacionalista de la ciudad de Veracruz -Órale! Jarocho- en México. Durante mi investigación de campo sobre impacto creciente y normalización de las violencias en las vidas de las gentes del estado de Veracruz en los últimos años, coincidentes con una extensión del dominio del narco –y la narcocultura-, se ha detectado un auge del consumo del citado diario. Mi aproximación etnográfica a esas violencias es deudora de las propuestas y cautelas epistemológicas y éticas referidas por Bourgois (2005) y Ferrándiz (2008). Teniendo en cuenta algunos trabajos sobre el gusto (Flores, 2009) y el imaginario libertino veracruzano (Flores, 2016), me interesa problematizar la singularidad, paradojas –Veracruz es el estado con más periodistas asesinados entre 2010-2016- y efectos de espectacularizar imágenes que representan cuerpos violentados y cadáveres mutilados –en un marcado “necrogusto”-, que se exhiben en sus portadas junto a cuerpos hipersexualizados de mujeres, en un contexto donde la desapariciones y asesinatos han sembrado el terror y transformado la cotidianeidad de sus potenciales lectores. Por último se reflexiona sobre los dilemas epistemológicos y éticos que afronta el etnógrafo en el análisis, representación y publicación de textos sobre una realidad donde la pornografía de la violencia, la revictimización y el terror empapan a los veracruzanos.