Queríamos ver, oír y escribir sobre Yachay, la Ciudad del Conocimiento. Queríamos pensar, reflexionar y aprender sobre uno de los planes urbanos más excitantes y apasionantes que jamás se haya proyectado en Ecuador y probablemente en toda Latinoamerica. Entre los meses de abril y agosto de 2015 sorprendentemente, se nos ha impidió ver, oír, pensar y escribir sobre una ciudad “pensada para pensar”. Este texto reúne las impresiones chocantes de este impedimento, recoge la mirada a contraluz, o mejor dicho, contra la luz cegadora que desprende el “proyecto emblemático de la Revolución ciudadana” a través de su gerencia de comunicación. Hemos visto algunos mapas, pocos planos y recreaciones , y una sola maqueta desfasada, único trazo de un plan de resonancias asiáticas, de Instant City, Charter City, o por momentos, de la ciudad planificada norteamerica del siglo pasado: zonificación, bajas densidades, diseñada para el automóvil y donde destaca la importante huella de la zona residencial y comercial frente a una desproporcionada marca educativa o de alta tecnología en lo que debe ser la Ciudad del Conocimiento.Esta comunicación despliega el resultado de una mirada y una escucha que ha querido ser cercenada por lo que parecen ser intereses de Estado. Los resultados de nuestra investigación permiten comprender Yachay como ejemplo paradigmático del abandono y la instrmentalización a la que el Gobierno está sometiendo la participación ciudadana, una de las cinco funciones recogidas en la esperanzadora Constitución de 2008. 

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