Los estudios tradicionales del patrimonio se centran habitualmente en cuestiones técnicas relacionadas con la restauración, la gestión y la puesta en valor de los bienes patrimoniales. Por su parte, buena parte de los estudios críticos anglosajones dominantes en el campo científico abordan cuestiones de representación étnica, racial, de clase o género. Planteamos que ambas posturas dejan de lado los procesos productivos del patrimonio como estructuras imbricadas no sólo en relaciones de poder, sino sobre todo en la reproducción social de comunidades cómplices (administración, empresa privada, partidos políticos).La reproducción social de estos grupos es causa y resultado de ideologías de consenso "ciudadanista" o de "sociedad civil", a la vez que sus dinámicas son co-productoras de realidad material y simbólica. Estas ideologías generan discursos de «sostenibilidad» o «participación», que permiten a las comunidades cómplices generar una “intimidad cultural” y utilizar el patrimonio para facilitar el diálogo con otros actores, la captación de fondos y su redistribución en redes internas.Analizamos estas cuestiones estudiando el contexto de gestión del Patrimonio en el Grupo de Desarrollo Rural Camín Real de La Mesa y el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, en Asturias. Mostramos cómo los discursos de participación y gestión patrimonial son tanto el resultado como la ideología legitimadora que permite el mantenimiento del status quo en el ámbito del patrimonio, a la vez que reproducen discursos esencialistas sobre el supuesto origen “natural” del patrimonio asturiano, la figura pasiva del ciudadano como consumidor, y la idea del patrimonio como elemento privatizable.