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SIMBOLOGÍA EN EL ARTE PICTÓRICO RUPESTRE DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR

Las pinturas rupestres del primer periodo simbólico de los humanos contienen ciertos elementos cuya interpretación todavía se considera problemática, tanto por su aspecto simplemente figurativo como por su eventual simbolismo implícito. Este estudio trata de establecer unos ciertos criterios e hipótesis para la posible interpretación de algunos elementos no interpretados hasta la fecha y que podrían considerarse esenciales. Más allá de una cierta tendencia en conceder significados trascendentes a la pintura rupestre en general, la presencia de “objetos” que se ha venido en llamar "abstractos" (líneas, puntos, líneas de puntos, figuras geométricas, etc.) podría suponer un ejercicio imitativo de aspectos de la naturaleza circundante cuya interpretación estaría más bien guiada por lo inmanente, representando elementos tal vez unidos a la invocación de aquellos elementos que se conocían como estrictamente necesarios para la subsistencia de los grupos humanos. El periodo estudiado cubre el intervalo temporal del Paleolítico Superior que va desde las primeras manifestaciones pictóricas en la cultura auriñaciense (c. 40.000 años BP) hasta finales del solutrense (c. 15.000 años BP), centrado geográficamente en lo que es el territorio más productivo en arte rupestre, es decir, un ámbito que empieza en la Península Ibérica y el Atlas Norteafricano, extendiéndose hasta el lejano Este mediterráneo; una época, en definitiva, en la que se ha situado la emergencia del simbolismo humano. 

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