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“MENOS MAL QUE SOMOS FRÁGILES”: UN ANÁLISIS CONTRA-EMOCIONAL DE LA SOCIEDAD Y LA CULTURA VASCA

En el curso 2011-2012 llevé a cabo un estudio sobre la identidad y la cultura vascas basado en mi trabajo sobre el cuerpo, el género y las emociones así como en las revisiones teóricas de la antropología vasca. La hipótesis principal era que, como en cualquier sociedad, en la vasca, el sentido de pertenencia se produce a través de acciones “cuerpo a cuerpo”, prácticas corporales y emocionales en espacios y tiempos específicos, para cuyo estudio es precisa una mirada abierta, compleja y encarnada que parta de la porosidad de las fronteras culturales. Algunos de los aspectos analizados fueron la centralidad de la fuerza y la resistencia, y la supuesta “contención emocional” en la sociedad vasca. En esta comunicación quiero avanzar en este análisis proponiendo una aproximación que denominaré “contra-emocional”, basada en las teorizaciones actuales en torno al cuerpo y las emociones. La sociedad vasca es, hoy día, un contexto de profundos cambios sociales, económicos y políticos, relacionados con los reajustes económicos de los últimos años pero también con el final del ciclo político iniciado en la llamada transición española y el cese de la violencia armada de ETA. En este marco, fijarse en experiencias y prácticas que contradicen algunos “lugares comunes” cuando pensamos la política y la cultura vascas puede resultar revelador para el estudio de dicho contexto y el análisis antropológico en general. En concreto, recuperaré algunas escenas y situaciones relacionadas con la vivencia y la reivindicación de emociones como el miedo, la vulnerabilidad o el silencio.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo