Las implicaciones del crecimiento en dispersión urbana o "urban sprawl" engloban elementos urbano-arquitectónicos, económicos y medioambientales, pero también sociales, así la investigación sobre el proceso que afecta a la dispersión de las clases acomodadas y las élites pasa a un primer plano. Mi planteamiento analiza el tema desde esa nueva perspectiva y se centra en la evolución del fenómeno en el mundo occidental con especial atención al caso de Tarragona y su corona.La tendencia del traslado de la vivienda habitual desde el centro urbano a las urbanizaciones de las afueras tiene su origen en la saturación poblacional de las grandes urbes, lo que obligó a repensar las formas de crecimiento y expansión de las mismas, algunos privilegiados pudieron abandonar las grandes aglomeraciones en busca de espacios de hogares unifamiliares y ajardinados que representaban una mejora de la calidad de vida y un impulso en el propio status social respecto a los ciudadanos que se quedaban en el centro.Entre otras consideraciones, el estudio de caso de Tarragona presenta algunos avances de la etnografía que tengo en proceso y que atestigua el perfil del urbanita residencial, éstos, junto a la investigación documental, corroboran que el fenómeno ha seguido los mismos parámetros en España que en el resto del mundo desarrollado, una decreciente densidad poblacional en los núcleos urbanos que, en paralelo, se asocia a un aumento de la movilidad, origen del "commuting", y a una segregación de la población a la hora de acceder a este nuevo tipo de vivienda. 

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