Actualmente, a nivel global se promueve una política de reconocimiento de la diversidad cultural como una de las estrategias del neoliberalismo para insertar a los grupos marginados a las dinámicas del mercado. Con ello, la pertenencia a un grupo étnico y la diferencia por sí misma se vuelven un elemento valioso que abre posibilidades a sus portadores. En este panorama, los integrantes de los grupos indígenas de México y el mundo, entre sus variadas estrategias de subsistencia, ahora tienen la opción de utilizar su cultura como un recurso ante el agotamiento y enajenación de otro tipo de recursos como la tierra, agua, recursos naturales etc. Expondré el caso del grupo de rock seri Hamac Caziim y el de los Jonaz Chichimeca que interpretan música prehispánica, ambas agrupaciones musicales conformadas por jóvenes indígenas entusiastas, mediante la reivindicación de su identidad específica (lengua, vestimenta, tradiciones, fiestas, rituales, etc.) han logrado hacerse un espacio en el mercado mundial de la música étnica y de los festivales culturales, dándole un sentido personal y apropiándose a su manera del discurso del multiculturalismo para resistir la integración de sus culturas a la sociedad dominante; al mismo tiempo que actualizan y reinventan su propia cultura, integrando nuevos elementos. El proceso de formación, trayectoria y desarrollo de estos grupos musicales resulta de interés analítico para la antropología socio-cultural pues son casos que revelan los procesos dinámicos de la cultura, así como la forma en que el contexto actual permite configuraciones y ensambles particulares de elementos culturales heterogéneos, locales y globales. Los estudios de caso también muestran las tensiones siempre presentes entre una cultura hegemónica occidental y las culturas indígenas ancestrales, evidenciando los puntos que pueden tener en común y los puntos de enfrentamiento y resistencia.