A partir del estudio de caso realizado en El Castillo (Río San Juan-Nicaragua) se plantea una reflexión sobre la aparente paradoja del efecto que tiene el aislamiento geográfico como factor limitador para el desarrollo de un modelo turístico masivo y, por el contrario, favorecedor de un turismo de base local. Como consecuencia de las circunstancias sociopolíticas que han afectado a la región en los últimos 150 años, se ha visto sometida hasta hace relativamente poco tiempo a una periferización en el contexto del territorio nacional nicaragüense desde el punto de vista socio-económico y geoestratégico. Esto la ha mantenido en un aislamiento que ha dificultado su inserción en los procesos de desarrollo turístico que afectan a otras zonas de Nicaragua y de Centroamérica, dependiente fundamentalmente de agentes e intereses externos. El creciente interés por parte del estado nicaragüense por la incorporación efectiva de la región está empezando a modificar la citada situación de aislamiento, con la ejecución de proyectos de infraestructuras de comunicación (carreteras, puentes, aeródromos,… ) que, aunque algunos todavía no completados, están empezando ya a tener algunos efectos sobre la afluencia de turistas, sus características y la mejora en las condiciones logísticas que hasta ahora ha constituido una de las principales razones para la escasa penetración de agentes y operadores turísticos externos. Nuestro estudio pretende identificar cuáles son estos efectos sociales y medioambientales y de qué manera pueden incidir sobre el mantenimiento del actual formato de turismo de base local.