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Imágenes etnográficas de una paradoja: tejiendo comunidad a través del uso de moneda social.

Tras dotar de la condición política a las mal llamadas sociedades "primitivas", Clastres identificó en éstas la guerra como un mecanismo estructural fundamental para el mantenimiento de la comunidad y su estilo indiviso, esto es, su condición de «sociedades contra el Estado». El mecanismo de la guerra opera más allá de la comunidad, estableciendo un orden centrifugo que permite el equilibrio entre unidades, manteniendo en lo esencial la relación entre identidades autónomas aunque interdependientes: la unidad política del "nosotros" y aquellos "otros" que no somos. Con esta noción en mente sobre la guerra como un estabilizador social, la comunicación que se presenta pretende reflexionar acerca del mercado y el uso del dinero como probable mecanismo análogo en un escenario "estatizado" de la sociedad. De este modo la economía es asumida aquí en un sentido que va más allá de su concepción formalista o sustantiva según la distinción polanyiana, hacia una concepción de ésta como política. En este sentido el mercado es principalmente un mecanismo socializador que permite, a través del uso del dinero, la integración de seres profundamente desiguales, "otros", bajo una misma idea del "nosotros" que ya no es la comunidad indivisa, sino un universo social ordenado jerárquicamente. Esta exposición partirá de la paradoja que dio lugar a una investigación etnográfica entre un grupo de usuarios de moneda social: la construcción de comunidad a través del uso de una herramienta que opera fundamentalmente en los márgenes de ésta, en nuestras relaciones con los "otros".

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