La presente comunicación se sitúa dentro de la crítica de la antropología feminista a los estudios sobre la amistad. Alerta sobre las posibles razones de la falta de interés analítico que suscita la amistad entre mujeres en comparación con la sobre-representación de ésta entre hombres. A su vez pretende aportar una mirada crítica sobre el género, comprendiendo éste más como el resultado de las prácticas que como una esencia inmutable. Partiendo de las entrevistas realizadas a seis mujeres que fueron recluidas en diferentes prisiones del estado español en la década de los 2000, se analizan las características, las funciones y el contexto que posibilitó estos modos de relación. Concluye que estas mujeres traspasan los límites de “compañeras” y desarrollan unas relaciones que pueden ser consideradas de parentesco. La comunicación intenta huir de la ideología romántica y de la visión heteronormativa que prevalece en los estudios de parentesco. Considera que estas mujeres derivan hermanas a través de relaciones de cuidado y apoyo mutuo, sosteniéndolas económica, moral, psicológica, física y políticamente. Mediante el análisis de sus entrevistas se observará que esta forma de relación ha sido clave para el crecimiento, la resistencia y el disfrute en un contexto de gran vulnerabilidad, y en ultima instancia negador de autonomía y poder.

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