En diciembre del 2017 se crea la primer Asociación de Cazadores del Uruguay. Esta asociación surge como reacción al endurecimiento de la persecución de la caza ilegal en Uruguay, a una propuesta de registro digital de los perros de todo el país, a un aumento mediático de la demonización de la caza por parte de diferentes organizaciones civiles con perfil conservacionista y animalista y a la necesidad de formalización de la lucha contra una plaga nacional: el jabalí. También se generan otras institucionalidades en los aparatos estatales tendientes a regular la caza y organizaciones civiles tendientes a combatirla. Se trata de un proceso que surge de una maraña de tensiones y sinergias con rutas discursivas apoyadas en las redes sociales y los medios de comunicación masivos. En esta ponencia se presenta esta trayectoria de institucionalización, analizando las líneas de fuerza que atravesaron estos eventos y algunos desafíos metodológicos involucrados en el trabajo con algunas prácticas ilegales como la caza furtiva, organizada en base a redes sociales.