En esta comunicación nuestra intención es problematizar, a partir del trabajo de campo con mujeres víctimas de trata y mujeres presas, respectivamente, un fenómeno que viene siendo denunciado desde distintos ámbitos, a saber: la cooptación del discurso de los derechos de las mujeres como una estrategia de los Estados para controlar a las poblaciones vulnerabilizadas. Así, si bien es conocido dentro de las Ciencias Sociales el denominado “giro punitivo” de las políticas públicas (Wacquant, 2010) no lo es tanto ni, por un lado, la cooptación del discurso de los derechos de las mujeres por los Estados, contribuyendo a la consolidación de la justicia penal como un aparato de control (Gottschalk, 2006; Bumiller, 2008; Coker, 2001; Halley, 2008). Ni, por otro, la forma específica en que el control social se ejerce para hombres y mujeres, donde juega un rol importante la adecuación de estas a la imagen de “buena madre” necesaria para el acceso a determinadas prestaciones o beneficios del supuesto Estado de Bienestar. 

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