La declaración de un espacio natural protegido conlleva su re-definición social y ambiental en base a concepciones dicotómicas de la naturaleza, a lecturas tradicionalistas de sus habitantes y a interpretaciones idealizadas de la relación mantenida históricamente por ambos. En ellos tienen un enorme peso discursos y visiones ambientalistas y patrimonialistas globales. En estos contextos, resulta frecuente que determinados habitantes de estos espacios protegidos, principalmente aquellos incluidos en mayor medida en dicha imagen de tradicionalidad  (agricultores, ganaderos, pescadores…), reaccionen contra esta re-significación, porque difiere sustancialmente de sus propias visiones y formas históricas de comprender y relacionarse con el medio, y porque legitima las injerencias y limitaciones impuestas por las políticas de conservación.El estudio de estos conflictos suele articularse desde el análisis de dos visiones del mundo contrapuestas: la global, que conforma el discurso patrimonializador de las políticas de conservación, y la local, que explicita intereses y visiones situadas del medio por parte de la población residente. Sin embargo, el análisis comparativo de distintos discursos considerados “locales” revela similitudes y paralelismos que nos obliga a repensar hasta qué punto éstos se instrumentalizan y se construyen “desde abajo” en base a discursos igualmente globales. A través del análisis comparado de tres casos distintos de conflictos en espacios naturales protegidos en Galicia, Andalucía y Canarias, proponemos un replanteamiento teórico en el estudio de los conocimientos ambientales de los pobladores locales y las transformaciones que tienen lugar a raíz de la entrada de procesos políticos y económicos globales, como las políticas de conservación.

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