Hombres, cuidados y vejez
Los cuidados constituyen una categoría académica y política y han entrado a formar parte de los debates en la construcción de alternativas solidarias ante la crisis de los cuidados. El cuidado está desproporcionadamente provisto por las mujeres y por la familia de forma no pagada, pero es hoy también un ámbito ocupacional en expansión. La implicación de los hombres, cada vez mayor, constituye una necesidad al dilema de los cuidados en la vejez, que modifica la articulación de las relaciones de género y parentesco, así como las fronteras entre las esferas privada y pública, es decir, entre las obligaciones derivadas del parentesco y las obligaciones del Estado en proporcionar bienestar social. A partir de nuestra investigación sobre hombres implicados en los cuidados de personas adultas dependientes, nos proponemos analizar la tensión entre las dimensiones morales y económicas de los cuidados y como esta tensión atraviesa la organización social de los mismos. Focalizarse en los hombres nos permite entender las complejas vinculaciones entre dimensiones morales y económicas por dos razones. La primera, porque los hombres que cuidan realizan algo “atípico” respecto a los roles de género. La segunda, porque los cambios en la reciprocidad intergeneracional obligan a renegociar los roles de cuidado en la familia y hace más visible la necesidad de que el cuidado vaya más allá de la familia e intervenga el Estado, el mercado y la comunidad.
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