ENFERMEDAD TERMINAL Y MUERTE EN EL SIGLO XXI. ¿QUÉ ESTÁ CAMBIANDO Y QUÉ TENDRÍA QUE CAMBIAR?
La muerte es considerada un problema para nuestra sociedad actual, algo que hay que ocultar o disfrazar de alguna forma. En los últimos años se han producido en España una serie de cambios en la manera en la que la muerte es tratada, cambios que afectan desde a los lugares donde morir y donde ser velado, hasta otros más profundos en el entramado social que conforman una nueva visión y nuevas actuaciones frente a los moribundos y la muerte. Estos cambios afectan tanto al paciente desahuciado como a su familia en los aspectos más prácticos, pero también de alguna forma están modificando las “expectativas” ante la muerte que presentan los enfermos en la fase final de su vida.La muerte, junto con el nacimiento, son probablemente las únicas verdades indiscutibles de nuestra existencia. Desde que nacemos nos constituimos en una peculiar especie de pre-moribundos que transcurrimos por la vida experimentando una serie de pasiones, de emociones que se intensifican y se desbordan cuando se acerca el fin. Los cambios sociales y estructurales mencionados con anterioridad modifican la vivencia y expresión de las citadas emociones. Esta comunicación se ocupa del estudio de estas modificaciones, de cómo el moribundo intenta romper la resistencia que le ofrece la enfermedad, su impotencia, sus límites y su sensación de soledad, de la intensidad con la que el ser humano recorre el camino hacia su muerte y también, de todas las situaciones complejas que le rodean y que pueden hacer ese camino más o menos llevadero.
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