Durante las últimas décadas, un amplio número de investigaciones y discusiones teóricas ha puesto de relieve los vínculos existentes entre los procesos de patrimonialización contemporáneos, las lógicas del capitalismo tardío y las nuevas gubernamentalidades o regímenes de gobierno sobre territorios, poblaciones y subjetividades. Considerando el nuevo esquema de relaciones establecido entre instancias públicas, “saberes expertos” y nuevos agentes de patrimonialización, así como los usos y sentidos emergentes diseminados a lo largo del proceso de producción “oficial” del patrimonio, proponemos trasladar el análisis a los nuevos marcos de acción política derivados del giro epistémico que Yudice bautizó como “poder cultural”, para aproximarnos a las distintas estrategias y tácticas adoptadas por actores y colectividades locales como resultado de una nueva concepción de la cultura definida como recurso político, que son traducidas en políticas de la representación e inauguran nuevos sentidos, medios y escenarios para la construcción, la representación y negociación de identidades y subjetividades en el mundo político contemporáneo. Con el propósito de ensayar una primera tentativa de abordaje en torno a estas cuestiones, contextualizaremos nuestra intervención en una población del antiguo distrito minero Linares-La Carolina (área industrial situada en el norte de la provincia de Jaén y que, tras una larga decadencia, cesó su actividad en la década de 1980), para analizar el ascenso de uno de los nuevos agentes políticos de la comarca: una asociación cultural en defensa del patrimonio minero liderada por un grupo de mineros jubilados.