Esta comunicación plantea el papel de la antropología en la comprensión del nacionalismo en el caso del aumento del apoyo al independentismo que se está dando actualmente en Cataluña. La propuesta se basa en el uso combinado de las teorías del nacionalismo (donde la antropología ha aportado y puede aportar un conocimiento necesario para el análisis interdisciplinar del fenómeno) y el trabajo etnográfico sobre el nacionalismo catalán y la definición de la identidad en Cataluña realizado desde el año 2008. El texto analiza los cambios que se han producido en el discurso y la práctica del nacionalismo catalán en los últimos años, donde se ha pasado de un proyecto político que parecía cómodo dentro de la España de las autonomías, a un fuerte ascenso de posiciones independentistas que han cambiado la agenda política en Cataluña y España. La tesis es que las demandas actuales de independencia son producto de múltiples factores, pero donde hay que tener en cuenta la existencia de un sustrato identitario fuerte (con un proyecto político nacionalista de larga trayectoria histórica), y los efectos de una coyuntura política y económica determinada (la reforma del Estatuto de Autonomía en 2006-10 y la crisis económica en 2008). El independentismo catalán aparece como la forma específica que toma en Cataluña la reacción ciudadana a la crisis económica, social y política que se vive en Occidente, vehiculando de manera particular los movimientos de participación ciudadana y regeneración democrática que se están dando globalmente. El proyecto independentista obtiene el apoyo de una mayoría ciudadana porque ha construido un discurso no vinculado exclusivamente a elementos de identidad étnico-lingüística, sino que aparece como una alternativa ilusionante, un proyecto de cambio social para la construcción de un nuevo modelo de sociedad en un contexto marcado por los efectos de la crisis y la aplicación de las políticas de austeridad neoliberales.