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TRABAJO INFORMAL Y APROPIACIÓN ESPACIAL EN SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA

El trabajo informal, la informalidad laboral urbana, el autoempleo precario o como quiera llamársele (para no entrar en precisiones disciplinares a pesar del origen estructural del fenómeno) a la laboriosa práctica cotidiana y callejera destinada a la subsistencia de miles de personas, clasificadas institucionalmente como “vendedores ambulantes”, reduccionismo que afianza una clara discriminación y justifica múltiples medidas de persecución en “defensa del espacio público” y por la “recuperación de la ciudad” propias de la administración política neoliberal, colma, día a día, con sus dinámicas y sus gentes periféricas el centro de la ciudad; es algo sencillamente ineludible dada su contundencia empírica.Las formas de este trabajo informal, que llena sin distinción plazas, plazoletas y andenes, son interminablemente variadas y variables, y sus particulares y más sutiles mecanismos en extremo específicos.No obstante, en todos los casos se trata de la “proyección sobre el terreno” de unas condiciones, que ya no parecen para nada coyunturales, de segregación espacial y marginalidad socioeconómica. Todas comparten también el hecho de constituirse a partir de múltiples “tácticas de subsistencia”, en las que el imperativo transversal es especialmente territorial: la lucha por la apropiación del espacio.Así, la ponencia pretende poner en evidencia la precariedad y la marginalidad que se manifiestan a través de las prácticas de trabajo informal orientadas a la subsistencia mínima en el centro de la ciudad de Cali, caracterizándolas de forma que se haga visible su inexorable y fundamental relación “experta” con el espacio urbano, su consecuente e imperiosa apropiación espacial.

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