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EL PRINCIPIO INTEGRADOR DE LA IDENTIDAD NORUEGA. DEL ROMANTICISMO A LA NOCIÓN DE “NORWEGIANESS”

En 1905 Noruega se independizó de Suecia. Este paso fue la culminación política de un proceso que se había iniciado a lo largo del siglo XIX en el marco de una Europa sumergida en los movimientos nacionalistas, en los contextos revolucionarios de 1848 y en el movimiento artístico del romanticismo.La orografía noruega y la falta de infraestructuras que permitieran comunicar las diversas partes pobladas del país, habían condicionado no sólo las pautas de asentamiento de su población sino cómo esta construyó su identidad colectiva. En este contexto, antes y después de 1905, Noruega contaba con núcleos de población diseminada por su territorio que habían construido fuertes identidades locales. La independencia de Noruega supuso también la necesidad de construir una identidad nacional colectiva que permitiera aunar bajo la identificación nacional a estas identidades locales.Mi propósito en esta comunicación es analizar cómo este mismo principio integrador de la identidad noruega surgido con la independencia, pervive a lo largo del tiempo y es el mismo que se encuentra en la acogida de migrantes, de refugiados políticos y de la minoría étnica saami. Bajo el nombre de norskhet ( norwegianess), se encuentra ese principio integrador que actúa como supraidentidad compartida, que a la vez permite la pervivencia de las identidades locales y las múltiples identidades étnicas encontrando espacios socioculturales para el desarrollo de ambas.   

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