En 2014, se concluyó el estudio GMFuturos (Macnaghten y Carro-Ripalda 2015) sobre debates y gobernanza de cultivos y alimentos transgénicos en el Sur Global. Como parte del trabajo, se entrevistaron y llevaron a cabo grupos focales con consumidores en México, Brasil e India. En México, consumidoras y consumidores expresaron rechazo hacia los alimentos de maíz transgénicos, no sólo porque consideraron que no se pueden comparar con las cualidades de sabor, nutrición, identidad y cuidado de la cocina del maíz tradicional, sino por la posibilidad de que estos productos supongan un peligro para su salud, la de sus familias, y la de futuras generaciones. La mayoría de los participantes dijeron no conocer mucho sobre los aspectos científicos de la modificación genética y sus riesgos como biotecnología. Por el contrario, los peligros de los alimentos transgénicos para la salud y los cuerpos radicaban, para ellos, más en las dimensiones políticas y económicas negativas encapsuladas por los mismos. Los riesgos que presenta el maíz transgénico vienen dados no sólo, o no tanto, por ser ensamblajes de tecnologías desconocidas, poco naturales, y posiblemente riesgosas, sino sobre todo por su incoporporación (embodiment) de la arrogancia científica, los mercenarios intereses de multinacionales agro-alimenticias, y de las políticas impositivas de gobiernos neoliberales. La presente comunicación explora narrativas de consumidores mexicanos acerca del riesgo percibido de pérdida de salud o contaminación corporal por la ingesta de transgénicos en relación a cuestiones de confianza, miedo, o sospecha en sus procesos y agentes de desarrollo, implementación y gobernanza.

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