Una de las principales propuestas del giro ontológico es una vuelta a una antropología analítica en la que se “elucidan nuevos conceptos” (Holbraad 2012: 84) y en la que “se determina la base pre-conceptual o plano de inmanencia que tales conceptos presuponen, los personajes conceptuales que despliegan, y las realidades materiales que crean” (Viveiros de Castro 2002: 123; ambas citas son traducción de la autora). Pero, ¿pueden los conceptos en sí y sólo ellos explicar los procesos por los cuales un objeto, una persona o una realidad devienen en lo que son? ¿Cual es el papel de la interacción y de la relacionalidad en la constitución de entes humanos y no humanos, y a sus vez de los modos de relación entre ellos? En la presente comunicación se intenta dar respuesta (si bien parcial) a estas preguntas, a la vez que se explora el posible encaje de tales procesos dinámicos en el marco del giro ontológico. A través de un breve esbozo etnográfico de las relaciones entre las personas y el maíz criollo en una comunidad indígena purhépecha de México y en el contexto de la agricultural campesina actual, se examina los microprocesos que intervienen en la continua y repetida emergencia de personas y maíz como agentes de su co-creación mutua, no sólo a través de características ontológicas atribuidas, sino sobre todo a través de sus interacciones dialógicas y de la práctica agrícola misma. Referencias: Holbraad, M. 2012. “Truth beyond doubt: Ifa oracles in Havana”. HAU: Joural of Ethnographic Theory 2 (1): 81-109. Viveiros de Castro, E. 2002. “O natvo relativo”. Mana 8 (1): 113-148.

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