Teniendo en cuenta la fragilidad y las contradicciones con las que tienen que lidiar actualmente las iniciativas socioeconómicas que proponen la posibilidad de funcionar con una lógica alternativa a la lógica capitalista, podemos decir que sus perspectivas de éxito dependen en gran medida de su capacidad para articularse entre sí (Sousa Santos y Rodríguez, 2011), consensuar unos principios comunes y dotarse de un sistema que les permita traducir estos principios a unas prácticas concretas y unos indicadores operativos y analíticos. Asumiendo esta condición, los llamados “mercados sociales” (Hernández, 2012) se proponen como un ejemplo de estos espacios que plantean posible éste cambio de lógica, a través de la puesta en marcha de procesos colectivos de generación de nuevos sentidos compartidos sobre "lo económico" en un plano teórico, y sobre las formas posibles de "hacer economía" en un plano más práctico (Gibson-Graham, 2011). En esta comunicación, que se enmarca dentro del proyecto I+D+i "Evaluación y Monitorización de la Comunicación para el Desarrollo y el Cambio Social en España: diseño de indicadores para la medición de su incidencia social" (CSO2014-52005-R), se propone exponer un análisis realizado a partir de un trabajo etnográfico de la experiencia del “Mercado Social de Madrid”, con el fin de ilustrar cómo estos espacios de mercado tratan de constituirse como una vía para la transformación social, funcionando como mecanismos de comunicación e intercooperación entre agentes e iniciativas socioeconómicas muy heterogéneas, que permiten llegar a consensos y realizar una traducción práctica entre valores abstractos y una realidad concreta (situada).  

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