La prensa brasileña divulgó la expresión “sin tierra” a partir de finales de los años setenta (Morissawa, 2001:139). En realidad, el término “sin tierra” es un mote popular dado a una clase social que vive en el campo, que trabajan la tierra sin ser propietarios de ella. Cuando las personas hablan de “Sin Tierra” en Brasil el significado es conocido e incluso socialmente aceptado. El Movimiento de los Trabajadores y Trabajadoras Sin Tierra (MST) fue fundado en 1984. El nombre del movimiento resultó de un debate ideológico. Paralelamente se hizo una reflexión en el sentido de que se debería rescatar el carácter de clase del Movimiento. Fue así como se incluyó la expresión “trabajadores rurales” y se aprovechó el mote por el cual ya eran conocidos por la sociedad: “sin tierra”. Los y las Sin Tierra escenifican y transmiten su identidad y su historia a través de lo que llaman “mística”. Alrededor de esta palabra trabajan los valores (ética) y la simbología. El MST tiene un himno, una bandera y toda una simbología. Todo ello les permite además de construir su identidad, recordar su historia y cohesionar el grupo. Cabe destacar que esa identidad no se cierra en sí misma, sino que se complementa con otras, como por ejemplo, ser brasileño, ser mujer, ser nordestino... La multiplicidad no significa que se posean varias identidades, sino que simplemente se es un producto de todos los rasgos que la han configurado. En esta comunicación abordaré la construcción y transmisión de estos referentes identitarios, así como el significado transmitido sobre lo que significa ser Sin Tierra y la pertenencia a una clase social específica, con una visión transversal de género.

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