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Menores no acompañados en espacios de transición. El caso de Milazzo (Sicilia)

Por su situación geográfica, Italia representa uno de los puntos de entrada en Europa para los flujos migratorios procedentes de África, Asia y Próximo Oriente, particularmente en las últimas décadas. Cuando hablamos de Italia es obligatorio hablar de Sicilia. Su importancia en la inmigración en Italia y casi también en Europa hacen de la región un lugar objeto de estudio para estudiar el grado de evolución del fenómeno migratorio. Si bien se suele presentar Sicilia como un espacio de tránsito (es decir, un lugar de paso y que no constituye la meta final para los migrantes), al igual que España, su realidad se ha vuelto más compleja y cabe preguntarse si constituye también un lugar para la permanencia o la reversibilidad. Dentro de los flujos migratorios por el Mediterráneo, hay uno que ha tenido un especial protagonismo en los últimos años: el de los menores no acompañados. Según UNICEF, nueve de cada diez menores que llegaron a Italia en 2016 siguiendo la ruta del Mediterráneo lo hicieron no acompañados. Nuestro objetivo es analizar los dispositivos de acogida de los menores migrantes no acompañados en la región de Sicilia (Italia) desde una óptica geográfica, para lo cual es necesario también conocer sus itinerarios migratorios así como sus proyectos de partida. Nos hemos preguntado por una posible función espacial de los dispositivos de acogida en relación a estos menores: si tienen una orientación de acogida provisional o de duración determinada, o por el contrario, hay un enfoque más encaminado hacia una posible instalación indefinida en la región. Para abordar estas cuestiones nos apoyamos en el trabajo de campo realizado en el municipio de Milazzo: itinerarios migratorios y proyectos migratorios a corto y largo plazo.  

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