Nuestro punto de partida es el papel que ocupa la educación de los descendientes en los proyectos migratorios: distintas referencias bibliográficas señalan que las familias inmigrantes proyectan en sus hijos las expectativas de mejora tomando como cauce la formación académica. Dicho de otro modo, la mayoría de los inmigrantes están motivados por las oportunidades de movilidad social, encontrando en el medio educativo uno de sus cauces. Esta predisposición es a menudo definida como el "optimismo inmigrante" (Kao y Tienda, 1995) los hogares inmigrantes suelen reportar expectativas y mejoras más ambiciosas en relación a la que manifiestan muchos autóctonos. Otros estudio ponen de manifiesto que, en familias con las mismas condiciones económicas, las de origen inmigrante albergan más esperanzas en la formación de sus hijos que las autóctonas. Para tratar estas cuestiones hemos realizado un trabajo de campo cualitativo en dos barrios de Granada: Cartuja y la Chana, y abordando un punto de vista comparativo entre el personal docente y las propias familias inmigrantes, sin olvidar una perspectiva geográfica. De este modo, también nos parece interesante abordar la participación de las familias en el ámbito educativo, los cauces que se facilitan y los problemas que suelen surgir. 

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