Las dinámicas asociadas al llamado proceso modernizador de las últimas décadas definidas por algunos autores como propias de una sociedad del riesgo, proveen un contexto apropiado para el surgimiento de modernas formas de communitas efímeras cuyas prácticas y discursos reconstruyen creativamente aspectos de participación colectiva y pertenencia que se han visto diluidos en dicho proceso. Así pues, observamos como un número significativo de individuos se concentran en torno a estos nuevos agrupamientos y se reconocen en ellos, promoviendo la aparición de nuevas narrativas y la revitalización de prácticas que se configuran a partir de la apropiación y resignificación de elementos del modelo societario hegemónico.El movimiento Psytrance, una expresión de espiritualidad holística glocalizada, otorga un papel protagonista a los estados amplificados de conciencia a través del uso de sustancias psicoactivas. Los psicoactivos y sus usos suponen uno de los pilares centrales de la cosmovisión del movimiento, pues además de su valor simbólico, de ser considerados herramientas para la obtención de información sobre cuestiones trascendentales de la existencia, son utilizados como herramientas para la reconstrucción de las relaciones comunitarias, el fomento de la participación colectiva y la creación de un sentimiento de pertenencia. Así, a partir de la revitalización de una práctica arquetípica que tiene en la música, la interrelación a través del baile y la interacción social bajo los efectos provocados por la utilización de sustancias entactógenas, la eficacia del ritual Psytrance pasa por la posibilidad efectiva de reconstruir conexiones sociales y de dotar de sentido y legitimar experiencias contrahegemónicas.