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Mujeres diaspóricas tejiendo paces feministas.

Hacer autoetnografía participativa con el fin de encontrar los elementos comunes de trayectorias migratorias particulares es una forma de hacer investigación Acción Participativa Feminista y Reflexiva. –IAPFR- para la recuperación de la memoria como un aporte desde la diáspora colombiana al Proceso de Paz que se vive en nuestro país de origen: Colombia. Ese lugar que nos expulsó un día y que hoy, cansado de la guerra, busca reconstruir su identidad reconquistando la esperanza perdida a través de la recuperación de la memoria y la trasformación de victimas en resilientes capaces de tejer de nuevo una historia con hilos de paz. Esos vínculos se han estirado hasta reventarse pero mediante una reparación de la memoria es posible la reconciliación; para ello la autoetnografía, como método de recuperación de las historia de vida en un contexto transnacionalizado, se convierte es una herramienta didáctica de registro de la memoria colectiva. Si la diáspora es una tejeduría desterritorializada, entonces cabe preguntarse ¿Cómo unir esos hilos para que la historia de las mujeres -emigrantes, exiliadas, desplazadas, refugiadas- sea parte del tejido comunitario? Las expulsiones, como lo expone Saskia Sassen (2015), son una realidad global y, puede ser que los feminismos, como propuestas internacionalistas de defensa de los derechos humanos, sean una alternativa organizativa para tejer una paz con equidad de género desde, por y para las mujeres, partiendo de la resignificación de la experiencia del dolor como herida transformada en una cicatriz que recuerda la resistencia suturadora y empoderadora de la memoriosa y sanadora palabra escrita.   

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