Las principales entidades mexicanas de atracción de migrantes internos son el Estado de México y el otrora Distrito Federal que conforman la Ciudad de México. Esta ciudad es también polo de atracción para la migración indígena en particular, de hecho, es uno de los principales destinos en las rutas migratorias de diversos pueblos indígenas, especialmente los del centro y el sureste del país. La mayor parte de esta población indígena se encuentra entre los 15 y los 29 años, equilibrada entre hombres y mujeres, y su movilidad es sobre todo de tipo laboral, ya sea de forma temporal, pendular o permanente. Viven falta de oportunidades laborales tanto en sus lugares de origen como de destino, y cuando cuentan con empleos éstos se distinguen por ser inestables, precarios e informales. Los y las indígenas migrantes se insertan en el mercado urbano desde abajo a partir de sus redes étnicas, familiares y comunitarias, principalmente en los sectores de servicios y el comercio informal. En el caso de los jóvenes trabajan con frecuencia en el ejército, la marina y la policía, y en el caso de las jóvenes prevalece el servicio doméstico asalariado. La ponencia contextualiza a partir de datos censales y describe cualitativamente formas de trabajo y de inserción laboral de jóvenes de origen indígena en diferentes contextos, zonas y sectores de la capital mexicana.

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