Ottana, pequeña comunidad de montaña de la Barbagia (Cerdeña), a partir del principio de los años setenta ha vivido un extraordinario cambio económico, que ha provocado determinadas repercusiones en la realidad social de la comunidad y en la práctica de demarcación de sus confines identitarios por parte de la población.La “llegada” de la industria petroquímica a esta realidad agropecuaria, de hecho, es representada por parte de los habitantes como una “llegada” no sólo de estructuras productivas que nunca se habían visto antes, sino también como la venida desde “arriba” de la modernidad y del Estado. Donde Estado es el término mayoritariamente utilizado por parte de los residentes del pueblo, sobre todo con acepción negativa, en referencia a quién (alteridad) ha “llevado” la industria a Ottana, mutuando de este modo la situación que existía precedentemente.Un cambio de este tipo ha provocado, en la población local, la necesidad de definir temporalmente un “antes” y un “después” de la identidad colectiva. Este contacto y confrontación entre realidad agropecuaria y modernidad, además , ha econtrado expresión en formulaciones ideológicas, prácticas y retóricas identitarias cuyo confín ha visto interesantes transformaciones en las últimas cuatro décadas. De hecho, las funciones identitarias locales han ido cambiando según las necesidades, contribuyendo de este modo a tranformar la visión y la percepción de la alteridad.