Las narrativas sobre fantasmas y entidades provenientes de los umbrales entre la vida y la muerte no han sido desterradas del mundo occidental sino que, por el contrario, revelan vigencia y versatilidad en la adaptación a múltiples configuraciones locales y temporales. Sustentados en significativas experiencias personales o vicarias, los espíritus contemporáneos constituyen objetos particulares de creencias y de prácticas, compatibles con diversas modalidades de espiritualidad, que suscitan prodigiosas interacciones entre la atracción y el miedo, el pasado y el presente, la ausencia y la presencia.En la ciudad uruguaya de Salto, antiguos edificios destinados a actividades administrativas y culturales proporcionan nichos propicios a las percepciones de aparecidos y fantasmas. La circulación de relatos sobre este tipo de experiencias es particularmente frecuente entre hombres y mujeres, empleados del gobierno local, que desarrollan tareas en estos edificios históricos.Tomando como punto de partida las referidas narrativas y las prácticas vinculadas, la etnografía realizada evidencia representaciones asociadas al trato con los difuntos, la presencia del pasado, las deudas de la memoria colectiva y las complejas relaciones entre los grupos implicados. En este marco de trabajo, la comunicación pone el énfasis en el objeto de estudio en relación al contexto laboral y la percepción social de los trabajadores municipales. La mirada desde esta perspectiva explora sugerentes concomitancias y alianzas entre funcionarios y entidades espectrales, transeúntes de precarios e inhóspitos espacios liminares, que propician el afloramiento de omisiones, exclusiones, injusticias y, al mismo tiempo, la emergencia de sutiles mecanismos de poder imbricados en la comunidad.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo