El constructo “cultura de los cuidados” es un sistema complejo con interacciones de múltiples elementos materiales, organizacionales y simbólicos, caracterizándose por crear vínculos densos entre sujetos sociales que crean “obligaciones”, no satisfechas -en ocasiones-, por condicionantes internos y externos, generando fricciones en el sistema e impactos vivenciales. Significativamente, esto sucede a sujetos especializados en el cuidado -como las enfermeras-. En Europa, la profesión enfermera se encuentra hoy entre las más agotadas emocionalmente. Este agotamiento se agrava en unidades como “intensivos” (UCIs). En el Reino Unido, 6 de 10 UCIs no funcionan óptimamente por una inadecuada dotación de enfermeras -y, en España, la dotación es aún menor-. Esta precariedad somete a la enfermería a una tensión entre su organización laboral y sus virtudes centrales -la compasión y el cuidado-, situándola lejos de promocionar en sus aspectos emocionales. Sin embargo, estos son esenciales para la adquisición de un adecuado nivel de alfabetización emocional que las haga tomar las mejores decisiones, de acuerdo a un adecuado discernimiento ético. Los afectos inciden en la organización -y viceversa-, amenazando/promoviendo la seguridad, impactando en los resultados clínicos de los pacientes, y en las emociones de las profesionales. La comprensión de estas emociones –y de su contexto- se puede alcanzar gracias a herramientas como la del modelo de Exploración del Universo Emocional de los Cuidados, basado en la hermenéutica emocional. El presente trabajo pretende comprender el Universo emocional de enfermeras de UCIs de España y Reino Unido, en relación a sus cuidados, haciendo uso del modelo mencionado.

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