Desde los años 1980s surgen nuevas formas de escritura etnográfica que cuestionan de manera radical la producción de un conocimiento ‘objetivo’. Las experiencias personales de los y las etnógrafas se vuelven centrales en los procesos de investigación. Sin embargo, poca elaboración metodológica ha sido desarrollada en relación a la corporalidad del o la etnógrafa, especialmente, cuando el campo de investigación se centra precisamente en la indagación de la construcción corporal. Basándome en mi experiencia etnográfica con un grupo de travestis brasileñas trabajadoras del sexo, en esta presentación argumentaré cómo el cuerpo del investigador es también un medio importante para el conocimiento. Mi propio cuerpo ‘imperfecto’, según los cánones estéticos de feminidad deseados y recreados por las participantes de la investigación, se convirtió en un elemento que me otorgó visibilidad y sirvió de puente para comenzar a interactuar con ellas. Asimismo, accidentalmente fui construida como ‘fotógrafa’ por el grupo. A partir de esta interacción corporal y la mediación de la cámara fotográfica pude legitimar mi posición entre las travestis y abrir un nuevo campo de indagación teórica. Parto, pues, de la propuesta de Wacquant (2004) sobre una ‘sociología carnal’ para comprender el rol activo que el cuerpo tiene en el proceso de investigación. Así, la discusión ofrece una exploración de las maneras en las que el cuerpo del investigador entra en diálogo permanente con las prácticas y los discursos de las participantes de la investigación y se transforma en una herramienta fundamental para la pesquisa.

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