El Ensanche de Vallecas es uno de los nuevos desarrollos urbanos construidos al calor del “boom inmobiliario” en la periferia de Madrid. Su paisaje urbano sugiere la combinación de una morfología de tono funcionalista con proyectos arquitectónicos innovadores estética y ecológicamente. Su significación como barrio se debate entre la idea de “ciudad dormitorio” y la retórica del “barrio ecológico”. Mi objetivo es reflexionar sobre las diferentes dinámicas asociadas a este nuevo espacio urbano mediante el análisis de un proyecto arquitectónico singular: el Ecobulevar. Promovido por la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo y financiado parcialmente por la Unión Europea, este proyecto consiste en tres “árboles” artificiales bioclimáticos alineados en un pequeño bulevar. Entendiendo la arquitectura como dispositivo sociocultural, el análisis del Ecobulevar muestra, en primer lugar, desacoples entre el espacio concebido por los arquitectos y el espacio vivido por los vecinos; desajustes relacionados con el carácter funcionalista del barrio. Pero, en segundo lugar, revela un uso político-estratégico del patrimonio arquitectónico para la elaboración de una imagen de Madrid asociada a la innovación-sostenibilidad. En este contexto se entiende que una “periferia” urbana como es el Ensanche de Vallecas haya acabado siendo objeto de cierto tipo de turismo especializado en arquitectura. En definitiva, en el Ecobulevar cristaliza un modelo periurbano cuya significación se diversifica en función de las dinámicas sociales y los agentes implicados en ellas. Modelo que, en última instancia, se inserta en una noción de periferia que se pretende “de calidad” y disociada de la marginalidad.

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