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RESOCIALIZANDO EL NACIMIENTO (Y LA MUERTE) EN LA ATENCIÓN DOMICILIARIA AL PARTO EN ANDALUCÍA

La hospitalización del nacimiento, así como de la muerte, puede enmarcarse en una expulsión general de la vida social de estos eventos cruciales. Esta separación de la cotidianidad de las relaciones sociales se realiza, en efecto, no solamente a través de la consolidación de su manejo biomédico, sino por medio de otros mecanismos específicos. Entre ellos se encuentran fórmulas de ocultamiento y negación, tanto discursivas (desaparición y profundo desconocimiento de estos procesos, relegados a un ámbito experto), como sociales (desactivación de los mecanismos de apoyo comunitario) y corporales (cancelación de las marcas físicas). De esta manera, también se deja a un lado los aspectos emocionales, en el cuadro de una incapacidad cultural difusa de gestionarlos. En definitiva, la conceptualización de la muerte como fracaso subyace a una gestión, tanto del inicio como del final de la vida, racionalizada y vaciada de cualquier otro contenido, en una idéntica reducción a un acto individualizado, médicamente manejado y altamente burocratizado.En este contexto, la atención domiciliaria al parto ofrece una oportunidad única para repensar estas cuestiones y para enfrentarse al nacimiento, y también a la posibilidad de la muerte, desde otra perspectiva. En particular, los cursos de preparación a la maternidad y paternidad, se configuran como espacios de deconstrucción de visiones y prácticas biomédica y socialmente difusas, y de construcción de propuestas colaborativas y dialógicas. Por otra parte, el propio espacio de la casa proporciona la condición de posibilidad para una reincorporación de estos acontecimientos vitales en el discurrir de la existencia cotidiana.

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