Esta comunicación presenta una etnografía en la que se analiza la incorporación al mundo laboral de mujeres musulmanas pakistaníes en Barcelona. Este colectivo, que llega durante los últimos quince años a la Ciudad principalmente gracias a procesos de reagrupación familiar, ha sido percibido por la sociedad como aislado socialmente y de difícil integración. Este aislamiento respondería tanto a una ideología patriarcal, como a la inexistencia de redes femeninas sólidas. En cambio, la sociedad de acogida lo interpreta como una consecuencia directa de la representación esencialista que tiene de la mujer musulmana, independientemente de su origen. Es decir, una mujer negada de toda agencia, ignorante y subyugada a su cultura y su religión -entendidas como sinónimos- a través de los hombres de su propia comunidad que, según ese mismo esencialismo, son violentos y peligrosos. La hipótesis planteada es que en el proceso -muchas veces periplo- de búsqueda de trabajo y ya en el contexto de su ocupación laboral, se producen transformaciones y conflictos relacionados con las propias convicciones de las mujeres; con su rol doméstico y comunitario (‘ purdah’); así como con su pertenencia religiosa, percibida en público especialmente a través de su forma de vestir, que las enfrenta a la percepción esencialista que de ellas se tiene, como mujeres musulmanas. En ese sentido, se presentan las estrategias y resistencias que se producen en la incorporación al mundo laboral, basadas en una particular subjetividad, que combina de forma aparentemente paradójica su exposición pública con un deseo expreso de “invisibilidad”.

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